Cuando estás alegre y feliz desde el interior de tu ser, sale espontáneamente una sonrisa, sin que tú tengas que sonreír. Incluso ni tú mismo sabes que estás sonriendo.
Todos tenemos esta experiencia: ves alguna noticia buena, o recuerdas algo bueno que te ha sucedido en el día, te pone muy contento. Entonces alguien te dice: “¿Por qué estás tan feliz? ¿Alguna chica te hizo caso?”.
Tú dices: “¿Y cómo sabes que estoy feliz?”.
Tu amigo te responde: “Pues estás sonriendo, tu sonrisa te delata”.
Entonces te das cuenta de que has estado sonriendo sin darte cuenta. Fue una sonrisa interna, que salió del interior de su ser.
Por otra parte, muchas personas sonríen en forma forzada y artificial: cuando se van a tomar una foto, cuando saludan a alguien por cortesía, por ejemplos.
Si te toman una foto con una sonrisa artificial, muchas veces se ve poco espontánea e incluso “fea”.
PARA TENER UNA SONRISA INTERNA: la mente y el espíritu deben estar relajados y alegres. Piensas en algún suceso alegre, algo muy bueno que te ha pasado, algún recuerdo que te hace sentir muy feliz, etc., y dejas que salga una sonrisa espontáneamente.
Saludos, y sonríete ahora mismo (¡piensa en algo alegre, siéntete feliz desde tu corazón, y deja salir una sonrisa interna!).
Todos tenemos esta experiencia: ves alguna noticia buena, o recuerdas algo bueno que te ha sucedido en el día, te pone muy contento. Entonces alguien te dice: “¿Por qué estás tan feliz? ¿Alguna chica te hizo caso?”.
Tú dices: “¿Y cómo sabes que estoy feliz?”.
Tu amigo te responde: “Pues estás sonriendo, tu sonrisa te delata”.
Entonces te das cuenta de que has estado sonriendo sin darte cuenta. Fue una sonrisa interna, que salió del interior de su ser.
Por otra parte, muchas personas sonríen en forma forzada y artificial: cuando se van a tomar una foto, cuando saludan a alguien por cortesía, por ejemplos.
Si te toman una foto con una sonrisa artificial, muchas veces se ve poco espontánea e incluso “fea”.
PARA TENER UNA SONRISA INTERNA: la mente y el espíritu deben estar relajados y alegres. Piensas en algún suceso alegre, algo muy bueno que te ha pasado, algún recuerdo que te hace sentir muy feliz, etc., y dejas que salga una sonrisa espontáneamente.
Saludos, y sonríete ahora mismo (¡piensa en algo alegre, siéntete feliz desde tu corazón, y deja salir una sonrisa interna!).
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