Alcanzar Tu Sueño


Señor, Dios grande y poderoso, Tú que eres el que dirige la historia recibe mi plegaria en este momento, quiero hablarte de lo que tengo dentro de mi corazón, tengo dudas, no sé qué hacer, no sé cómo seguir adelante. Me hace falta luz para poder dar los pasos que me conduzcan a la situación que requiero para ser feliz. Por eso estoy aquí delante de Ti, porque necesito de tu claridad, de tu luz, de tu amor. Necesito, Señor, que en este momento me hagas sentir que es lo mejor para mi. Sabes que no he comprendido bien todo lo que me ha sucedido, sabes que tengo miedo, preocupaciones y sobre todo una inseguridad interior de que es lo que tengo que hacer… por eso estoy aquí, mi Dios, porque sé que Tú me puedes ayudar a tener claridad en mi vida.
Quiero, Señor, hacer lo que es bueno para mi vida, lo que me ayude a crecer, a salir adelante. Te pido que me dejes tener claro que es lo que me conviene, que no me deje obnubilar por las luces del mundo, por la seguridad que el mundo nos brinda en sus propuestas, que mi decisión no esté manipulado por el poder, la fama, el placer que con sus garras tratan de apoderase de mi corazón. Que tampoco, mi Dios, esté presente la envidia, el resentimiento ni el odio en mi corazón a la hora de tomar decisiones. Que no haya miedo e indecisión que esté seguro de tu amor y de ti y de lo que quieres para mí.

Te suplico, Señor grande y poderoso, que me hagas consciente de las marcas de tu voluntad que hay en mi vida, que me dejes escuchar el susurro que pronuncias para orientarme, que pueda sentir el impulso que me das todo los días para hacer lo que tengo que hacer. Si, mi Dios dame la oportunidad de poderte sentir, experimentar, saber en mi vida. No quiero manifestaciones marcadas por la expectativa de Hollywood, no pido acciones portentosas, pido que me des en la conciencia de mi ser, en lo profundo de mi corazón la certeza de lo que tengo que hacer.

Sé que puedes. Sé que me amas y que me puedes dar esas claves que requiero para saber actuar y saber tomar la mejor decisión. Te agradezco que me muestres el camino, que vea los signos que has colocado y que Tu luz ilumine todo mi ser. Estoy seguro que contigo lo puedo todo y lo hago todo. Ayúdame a comprender cada una de las situaciones que están a mi alrededor y que me hacen sufrir generándome sentimientos de dolor, de tristeza, de miedo… que pueda comprender que esas situaciones no me van a destruir, porque he sido llamado por Ti a ser un vencedor, que puedo salir adelante, que le puedo ganar a todos los problemas si estando en sintonía contigo. Te pido que me des mucha paz, mucha serenidad, oh Dios.

Mahatma Gandhi
Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal. Pero sé paciente, no pretendiendo

que todo te llegue de inmediato. Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo, vendrá a tus manos en el momento oportuno. Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas.

Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura. No seas esclavo del pasado y los recuerdos tristes.

No revuelvas una herida que está cicatrizada. No rememores dolores y sufrimientos antiguos. ¡Lo que pasó, pasó! De ahora en adelante procura construir una vida nueva, dirigida hacia lo alto y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás.

Haz como el sol que nace cada día, sin acordarse de la noche que pasó. Sólo contempla la meta y no veas que tan difícil es alcanzarla. No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer.

No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar. No trates que otros cambien; sé tú el responsable de tu propia vida y trata de cambiar tú. Deja que el amor te toque y no te defiendas de él.

Vive cada día, aprovecha el pasado para bien y deja que el futuro llegue a su tiempo. No sufras por lo que viene, recuerda que “cada día tiene su propio afán”.

Busca a alguien con quien compartir tus luchas hacia la libertad; una persona que te entienda, te apoye y te acompañe en ella. Si tu felicidad y tu vida dependen de otra persona, despréndete de ella y ámala, sin pedirle nada a cambio.

Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso. Desparrama en todas partes la alegría que hay dentro de ti.

Que tu alegría sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean. La alegría es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros actos y sirviendo de guía a todos los que se acercan a nosotros.

Si en tu interior hay luz y dejas abiertas las ventanas de tu alma, por medio de la alegría, todos los que pasan por la calle en tinieblas, serán iluminados por tu luz.

Trabajo es sinónimo de nobleza. No desprecies el trabajo que te toca realizar en la vida.

El trabajo ennoblece a aquellos que lo realizan con entusiasmo y amor. No existen trabajos humildes. Sólo se distinguen por ser bien o mal realizados.

Da valor a tu trabajo, cumpliéndolo con amor y cariño

y así te valorarás a ti mismo.

Dios nos ha creado para realizar un sueño. Vivamos por él, intentemos alcanzarlo. Pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizás entonces necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas. Así, con otro aspecto, con otras posibilidades y con la gracia de Dios, lo haremos.

No te des por vencido, piensa que si Dios te ha dado la vida, es porque sabe que tú puedes con ella. El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino.

Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida. “Que este día sea el mejor de tu vida"

Siempre es hoy, el eterno presente

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